" LA LLAMADA "

En reposo, pretendiendo estar dormido, ésta es una de tantas noches igual tan lejos ya de tu corazón pero tan cerca como para escucharte respirar, te contemplo mientras vagas por mundos lejanos sumergida en tus sueños, miro hacia el viejo reloj de madera, el cuál, casi listo para apuntar las 5 de la mañana; todos es silencio, apenas te vi anoche pero no recuerdo la última vez que charlamos, creo ha pasado mucho tiempo.

Hace frio y te cubro con mis brazos, pues dormida quizá es la única forma de poder acercarme a ti. Toco con mis dedos el anillo que me diste, con el cual prometiste amarme por siempre, en las buenas y en las malas ante los hombres, y el tuyo ya no brilla ni realza su belleza pues perdido en tu bolsa de cosméticos, meses lleva estacionado.

El teléfono timbra, extraña hora, me alejo rápidamente de ti para que no sientas que quise estar cerca de tu cuerpo, abres tus ojos y corres rápidamente a atender la llamada y yo puedo observarte tras el cristal de la ventana.

En el tono de tu voz se te escucha un tanto excitada, emocionada, como cuando solíamos perdernos días enteros del mundo tú y yo en la misma cama. Hablas quedito, como diciendo secretos al aire, y pienso en cómo te fui perdiendo, en como la llama del amor se te fue extinguiendo.... Al colgar el teléfono llegas nuevamente a la habitación, sé que me miras como queriendo descifrar algo que quizás yo quisiese comentar, pero me finjo dormido, caminas hacia el tocador mientras un fuerte suspiro se te escapa, no sé si es para mí o para la otra persona de tras del teléfono.

Enciendes la luz y me cubro los ojos con tu almohada mientras escucho el agua que recorre todo tu cuerpo mientras te bañas, y miro en el espejo como cantas, como con suavidad recorres tus partes mientras el vapor te cubre toda la cara.

Me levanto tomo un café y enciendo un cigarrillo y tú te miras con la vanidad que nunca te deja sola, te observas y miras como te queda la falda, quitándote la camisola mientras yo haciendo me el despistado pretendiendo estar más interesado leyendo la sección de cultura.

Te perfumas, te ves hermosa pues esa blusa hace brillar más tus ojos azulados. Sales de la habitación, nuestras miradas se cruzan y un silencio nos envuelve, me miras y yo apunto de decir una palabra, te das la media vuelta y tomas las llaves y tu cartera, dejándome, solo en el aire tu perfume que al igual que tu tan lejos ya de tu corazón pero tan cerca como para escucharte respirar.